—¡¿En serio?! ¡Hay cuatro formas de decir TÚ en español!
¿Qué tiene de malo solo YOU? —murmuró Lori de Gales mientras
negaba con la cabeza.
—¿Qué quieres decir con que una mesa es una chica? ¡Es
una cosa, cualquiera puede ver que es un IT! —exclamó Mike de
Inglaterra.
—¡Por Dios! Nunca podré memorizar todas esas terminacio-
nes verbales, —se lamentó Veronica de Nueva Zelanda.
No respondo inmediatamente a estos estallidos exasperados.
Dejo que mis estudiantes se entretengan con estos conceptos “in-
sondables” hasta que sus defensas se relajen.
Esa fue mi clase de la gramática español de la mañana. Por la tarde, los
españoles vienen a su clase de inglés; y yo, pacientemente, escu-
cho los mismos comentarios… solo que diferentes:
—¿Por qué hay una W en ANSWER si no la pronuncias?
—¿Por qué todo está al revés en inglés?
—Si DO significa HACER, ¿por qué tienen la palabra MAKE,
que también significa HACER?
Estas preguntas no tienen respuestas adecuadas. Se ha vuel-
to normal para mis incipientes políglotas comparar y defender sus
habilidades en inglés contra el español, y viceversa. No tiene senti-
do justificar la «lo correcto» de tu lengua materna, ya que los idio-
mas representan diferentes sistemas de pensamiento, diferentes
maneras de organizar y comunicar el mundo que nos rodea y nues-
tro mundo interior.
Las cosas se ponen realmente divertidas cuando la clase de
Inmersión Bilingüe para Adultos se reúne los viernes. Aquí es donde
se discuten las «grandes preguntas» mientras los nativos de los dos
idiomas se enfrentan cara a cara. Preguntas como: «Si el español
es un idioma fonético, ¿por qué tienen una H y no la pronuncian?»
El viernes pasado, una pareja de Irlanda se unió al grupo por
primera vez. Estaban emocionados y tenían una lista de preguntas
para los hablantes nativos de español.
—¿Cuál TÚ uso para hablar con todos vosotros en español?—preguntó en inglés sonriendo, esperando ansiosamente una ex-
plicación racional.
María, en inglés con su acento español (que los estadouni-
denses pensamos que es precioso, pero no se lo digas a mis estu-
diantes que trabajan en la reducción del acento) explicó que:
—Depende de la edad de la persona en relación con tu edad,
el contexto social, tu relación con la persona, si quieres halagar a
una persona mayor puedes usar la forma TÚ, si estás enojado,
puedes usar la forma USTED. Con amigos siempre usa TÚ, excepto
con las personas mayores siempre usa USTED. Con nosotros, usa
VOSOTROS, ¡todos somos amigos aquí! ¿Tiene sentido? —conclu-
yó María con una sonrisa.
Una expresión de horror reemplazó la sonrisa desvaída de
Annie. Antes de que pudiera recomponerse, Sonia agregó en inglés
su opinión para apoyar:
—En Argentina, no usamos VOSOTROS, solo VOS, que es lo
mismo que TÚ. ¡Para este grupo, puedes usar USTEDES!”
Alice no hizo más preguntas de su lista esa tarde.
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